Algunos propietarios desconocen la existencia de diferentes
metodologías a la hora de educar, adiestrar o modificar los comportamientos en perros,
creen que todos trabajan igual, otros piensan que el adiestrador solucionará el
problema de su perro en un momento, que encontrará el botón mágico y lo
reseteará.
La culpa de todo esto quizás está en la cantidad y mal
aplicado de los conceptos, anuncios y etiquetados confusos que rodean este
mundo de los perros: adiestradores, educadores, etólogos, psicólogos caninos,
conductistas, adiestramiento tradicional, adiestramiento en positivo,
modificación de conductas, etc.
Y está claro, no va a ser lo mismo que en casa se te
presente un individuo con un collar metálico, o eléctrico, dispuesto a
ahogar a tu perro, o darle varias descargas, y que te diga que tienes que
liderar la manada a que lo haga otro que te diga que no debes castigar a tu
perro y como has de reconducir su conducta.
Cosas que deberían tenerse en cuenta cuando se
acude a un educador canino en positivo:
- El
educador no te “arregla” al perro en una visita. Te
enseñará cómo debes proceder en el día a día para ir eliminando esa
conducta inadecuada. Pero el trabajo diario lo haces tú.
- De
poco sirve que en una casa se sigan las pautas recomendadas si
algún miembro decide ir por libre, saltárselas y hacer lo que le
dé la gana. Esta es la mayor garantía para un fracaso.
- Los
problemas de largo recorrido o que llevan siendo reforzados algún tiempo
no se eliminan en unas sesiones determinadas. La educación en
positivo no INHIBE conductas, las modifica ofreciéndole al perro otras
alternativas. Es el perro quien establece los tiempos.
- El
vínculo propietario perro lo establece el propietario con su perro, no el adiestrador. Es
el propietario quien debe trabajar ese vínculo afectivo-emocional cuando
esté con su perro, siendo una persona predecible y en la que el perro
pueda confiar.
- No
existen dos perros iguales. Hay casos que pueden solucionarse en
poco tiempo y hay casos que requieren de muchísima paciencia. Es muy
complicado y duro para muchos propietarios armarse de la paciencia
suficiente. Lo intentarán, pero mientras tanto recibirán muchos
pseudoconsejos en los que le dirán que lleva mucho tiempo, que eso no es
normal, que no está funcionando, que en la tele… la dichosa tele… etc.,
etc.
- Las
pautas que dé el educador deberían seguirse al pie de la
letra. ¡Es para eso por lo que le contrataste!, y no para que te
dijese ¡qué bonito perro tienes! o ¡qué listo es! Es curioso que en muchas
ocasiones, de 4 o 5 pautas que a veces se dan, solo se cumplen la
mitad y a veces mal.
- Si
el educador te dice que has de evitar ciertas zonas durante un tiempo, lo
hace con el propósito de mejorar el problema del perro para
evitar ciertos detonantes, no para que pierdas tus amistades del parque
canino.
- Si
el veterinario, el vecino o el amigo del parque te dicen que hagas otras
cosas y decides hacerles caso, no contrates a un educador, ¡no pierdas
tu tiempo ni tu dinero!
- Si
el educador, por ejemplo, te propusiese una correa larga y eliminar la
correa retráctil o corta con tu perro, lo dice porque posiblemente
haya visto algún problema con ella y no con el objetivo de
añadir más gastos.
- Si
el educador te dice que premies específicamente con comida a tu
perro o solo con un juguete, no es muy favorable para el tratamiento
que el propietario decida, por su cuenta y riesgo, premiarle con
caricias cuando estamos, a lo mejor, ante un perro que no tolera bien el
contacto físico.
- El
educador puede decirte cosas que a veces no te va a gustar
escuchar. Es posible que tu perro de 60 kilos, hijo de campeones
del mundo y que fue entrenado para que mordiese la manga, sufra de miedos
e inseguridades. Es posible que a tu perrito de 2 kilos no le guste que lo
tengas todo el día en brazos ni que lo levantes por el arnés cada vez que
viene un perro a olerlo, es más, puede odiar el contacto físico. Incluso
es posible que a tu precioso perrito blanco, de pelo largo, le encante
ejercer de perro, jugar en la hierba, en la arena, en el barro y no estar
todo el día con baños de espuma y empapado en colonia. Dependerá
del perro, no de lo que el propietario quiera escuchar.
- Si
durante la visita vas a pretender saber más de perros que el educador al
que contrates, no malgastes el dinero y destínalo a alguna buena
labor social.
- Consulta
primero cómo trabaja, los métodos que utiliza y familiarízate con
ellos. Ganarás tiempo y aprovecharás mucho más la consulta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario